Y, por lo que sea, me ha parecido muy revelador: a los programadores no nos gusta, desde un punto de vista egoísta, lo que nos supone la ley de Postel, el principio de robustez. Aquello de ser liberal con lo que se admite como válido da repelús. Y creo que hay más de un motivo:
- Nos gusta la precisión. Si somos estrictos en lo que generamos ¿No vamos a exigir lo mismo?
- Se suele generar más código para tener el cuenta el ser liberal: más trabajo y más testeo
- El comportamiento de nuestro soft no es tan rígido lo que choca con nuestro gusto por las especificaciones precisas, sencillas y breves.
Este efecto se nota más en ecosistemas heterogéneos con lo que la integración de ese software puede ser más fácil en entornos menos controlados. Así que otra cosa más a pensar antes de desarrollar ¿Nos compensará a la larga el esfuerzo de ser menos estrictos?
La misma entrada y más comentarios en La ley de Postel y los programadores en barrapunto
No hay comentarios:
Publicar un comentario